viernes, 22 de diciembre de 2017

Colección de relatos con marco de 2ºG

Historia de Navidad

Una colección de relatos navideños con marco realizada por los alumnos de Segundo de ESO- G del Instituto Jacarandá de Brenes (Sevilla)

Érase una vez una niña que era pobre. Ella todos los días salía a buscar comida para ella y sus familiares. Llegó la época de navidad y la niña seguía con su rutina. Ya era 24 de diciembre y la niña, al ser navidad, decidió salir a pedir limosna. Al caer la tarde vio a varias familias decorando sus casas y empezó a llorar ya que ella no podía disfrutar de esos bonito lujos. De repente, vio un cartel en el que decía que Santa Claus iba a ir al centro comercial para recoger las cartas. La niña no se lo pensó y fue a su encuentro. Cuando llegó y vio a Santa Claus una lágrima cayó por sus rosadas mejillas. Se sentó en sus rodillas y le preguntó: “¿Qué es la Navidad?”.

Santa Claus, que era en realidad un hombre bastante aburrido, un poco incómodo porque le picaba la barba postiza, se quedó desconcertado, sin saber qué responder.

Entonces vieron a una señora con extraño sombrero en la cabeza que murmuraba sola. A una seña de Papá Noel, ambos se acercaron a ella sigilosamente hasta agarrarla por el hombro. Ella se giró, aterrada, y mirándoles a los ojos les espetó:

- ¿Qué queréis?

Papa Noel le preguntó qué era la Navidad y ella les respondió enigmáticamente:

-Érase una vez la historia de un pequeño gato que fue abandonado a la víspera de Navidad en una oscura calle de su ciudad. Recorrió todas las calles asustado. Buscando algo que comer pidió una nueva esperanza mientras miraba el gran árbol de Navidad que se vislumbraba al fondo del callejón.

En ese instante oyó pasos apenas audibles en esa oscura noche y se giró, esperando lo peor. Así que se sorprendió al ver una lata de atún a sus pies. En ese instante otro gato dijo:

-Te he visto escarbando en ese contenedor de basura así que deduje que estarías hambriento -dijo como excusándose.

Avergonzado, susurró un tímido gracias que fue silenciado por los ruidos de la lata de atún que se movía bruscamente por la ansiedad con la que la devoraba el gato sin saber que la esperanza que él anhelaba había llegado.

Ambos gatos establecieron una hermosa relación con el paso del tiempo. Una noche mientras buscaban comida por interminables callejones escucharon un bufido detrás suyo que les hizo girarse para ver a tres grandes gatos acercándose amenazadoramente hacia ellos. Su amigo se encaró con ellos, pero él asustado retrocedió, aunque para no parecer un cobarde se aproximó a su amigo. Conforme aumentaban los gritos el rogaba su amigo que se marchasen.

De repente vio un destello que sus sentidos tradujeron como un zarpazo. Él, cayendo de rodillas, pudo ver la sangre que había a su lado y en ese entonces se desplomó. Cuando volvió en sí vio a su amigo temblando de ira y a los tres grandes gatos huyendo. Lentamente se acercó a su amigo y ambos se fundieron en un abrazo bajo el árbol de Navidad donde se conocieron un año antes sin saber que una barriguda figura los observaba.

-¡Qué bonita historia! –exclamó la niña-. Creo que ahora me siento algo mejor. Pero, ¿no podrías contarme qué es la Navidad para las personas?

-¿Puede ser con un cuento? –preguntó Santa Claus.

-Eso es lo que más me gustaría –respondió la niña.

-Una noche fría de Navidad, junto a la mesa se encontraban dos familias que estaban peleadas, ya que llevaban un año sin hablarse debido a un malentendido. En ese año ninguna de las dos familias tuvieron ningún tipo de contacto, pero este malentendido sucedió meses antes de la vuelta al cole. Los dos primos tenían la misma edad y estaban en el mismo instituto, coincidieron en la misma clase y entonces los trabajos de clase los tenían que hacer juntos. Cada día, un primo tenía que ir casa del otro primo a hacer el trabajo, y así fue sucediendo día a día durante todo el año, por eso ellos se llevaban súper bien, tenían un trato muy bueno y no querían que sus padres tanto los de uno como los de otro, estuvieran peleados, porque querían pasar las navidades juntos y pasar una feliz Navidad.

Las madres de cada uno de los niños estuvieron observando durante ese tiempo que ellos se llevaban bien y en el fondo pese a todo lo que había ocurrido eran primos y no era necesario que siguieran peleados cuando podrían hacer las paces y pasar la época que venía ahora juntos. Las madres decidieron quedar una tarde y hablar sobre lo que había pasado. Esa tarde hablaron y decidieron hacer las paces y volver a estar unidas, porque desde chicas eran dos niñas muy buenas, se querían un montón y por una tontería de un malentendido no podían perder su relación porque eran hermanas y eso nadie lo podía cambiar, siempre habían estado juntas, se habían apoyado en todo y se habían defendido a muerte una por la otra. Esa noticia decidieron comunicársela a sus maridos y a sus hijos. Tras escucharla se pusieron muy contentos, en sus caras se reflejaba una simple sonrisa que sin decir nada lo decía todo. Estaban todos juntos, su alegría de volver a estar juntos se fundió en un enorme abrazo que quedó en la memoria de todos.

A la semana siguiente por fin llegó la Navidad, esa época que tantas ganas tenían que llegara. Juntos, organizaron todos los detalles y preparativos que se necesitaban para pasar una estupenda noche. Acabaron con todo los preparativos y lo dejaron todo listo para el día siguiente. Esa mañana,se respiraba mucha alegría y ganas de que fuera la noche entre las dos familias, estaban todos muy ilusionados y pensaron que si hubieran seguido enfadados por aquel malentendido, la navidad no hubiera sido lo mismo porque no hay navidad más bonita que la que se pasa junto a la familia.

Llegó esa noche. La cena fue en casa de uno de los primos. Allí no faltó de nada: había comida, bebida, pasteles, turrones... lo tenían todo a su disposición para pasar una noche espectacular e inolvidable. Se sentaron en la mesa,se pusieron a charlar sobre sus temas y disfrutaron de todo lo que tenían sobre la mesa. En la cara de cada uno de los familiares se reflejaba alegría y lo divertido que es una cena en familia. De repente se hizo el silencio, y uno de los primos rompió el silencio e hizo una pregunta, se dirigió hacia sus familiares y les preguntó :

-¿Qué es la Navidad?

Todos quedaron asombrados porque no sabían lo que era la Navidad, sabían que era una fiesta que se celebraba como otra cualquiera, pero nunca habían llegado a saber lo que era la Navidad. El otro primo no se quedó callado y le respondió:

-La Navidad no es una cosa cualquiera, ni una simple palabra para darle nombre a algo, la Navidad es algo más que eso. Gracias a la Navidad, tú, hoy 24 de diciembre estás aquí sentado en esa mesa alrededor de tu familia y disfrutando de este día. Nuestras madres, si no fuera por la Navidad, a día de hoy estarían enfadadas aún, pero no, tenemos la suerte de que decidieron hacer las paces y estar juntas de nuevo en estas fechas tan bonitas. Le doy las gracias a la Navidad que nos ha reunido y no hay mejor fecha que una a todo el mundo en una conspiración de amor.
Siguieron con su cena, disfrutaron muchísimo y para ellos este 24 de diciembre será inolvidable.

-Es muy emocionante esa historia –dijo la niña-. Me ha gustado, y me ayuda a entender por qué la gente se emociona con la Navidad. Pero esta familia de la que hablas tiene comida y dinero y todo lo que necesita para vivir. ¿No podrías contarme algún cuento de una familia que sea pobre, como la mía?

-Por supuesto –dijo Papá Noel-. Érase una vez una familia: una madre llamada María y sus dos hijos llamados Carlos y Vanesa, ya de que su padre no estaba con ellos porque falleció. Esa familia no era como todas, no tenían tanto dinero para celebrar una navidad perfecta en familia. Un día de navidad estaban todos juntos en la mesa cenando un vaso con leche y galletas. Pasaron una noche muy triste ya de que no podían comer cosas lujosas como jamón, paté, etc.

Después de la cena los dos hermanos decidieron de salir por el pueblo un rato, porque a su madre no le apetecía salir. Caminando los dos hermanos se encontraron con una fila muy grande de personas. Ellos se echaron a correr para ver qué cosa era. En un cartel ponía que era para visitar a Santa Claus, así que se quedaron en la fila esperando para entrar en esa casita a ver a Santa Claus. Al pasar un par de horas entraron los juntos a la casita y Santa Claus le preguntó : “¿Qué vais a pedir para la Navidad?”. Ellos respondieron que no sabían lo que era la Navidad, ya de que no tenían regalos ni nada. Santa Claus les dijo que no se preocuparan, que esa noche les llevarían muchos regalos para que disfrutaran de ellos y les llevaría ropa. Ellos dos se pusieron muy contentos y se fueron para su casa a dormirse. Le contaron a su madre lo que le había dicho Santa Claus y su madre le dijo que muy bien, que era hora de acostarse, para que fuera Santa Claus a llevarle los regalos.

Al día siguiente por la mañana, cuando se levantaron los dos hermanos, fueron corriendo al sitio donde Santa les había dicho que les dejaría los regalos. Al ver tantos se pusieron muy contentos, pues ese día de navidad ya supieron lo que era recibirlos. Pero todavía pensaban mucho, y pensaron que la navidad no solo son los regalos, sino también una etapa en la que recuerdas a los seres queridos que ya no están a tu lado. Ellos seguían soñando con tener otro hogar mas bonito, ropa bien arreglada y comida, pues ellos se tenían que conformar con lo que tenían, porque no tenían tanto dinero.

Para reflexionar: la Navidad trae muchos recuerdos y para algunas familias es felicidad y amor, pero para otras no lo es, ya que no pueden tener cosas en condiciones como los demás y también hay que saber que hay que conformarse con lo que tiene cada uno sea más o menos , todo no depende de tener muchas cosas y lujosas. Hay también que pensar muchas veces en las personas que no pueden tener las mismas cosas que tú, por motivos de dinero o por pobreza.

-Está muy bien como cuento –observó la niña-. Pero en la realidad, yo soy más pobre que ellos, y muchos días ni siquiera tengo leche y galletas. Y nunca, nunca, nunca ha venido Santa Claus a traerme regalos. Si no estuviera contigo ahora mismo, creería que no existes. Cuéntame ahora un cuento que pueda hacerse realidad, uno que se pueda creer, que cuente una cosa buena que pueda pasar a una niña pobre como yo.

-¡Vaya! Sí que eres exigente. A ver si este te convence. Era una a niña huérfana que vivía con sus abuelos que estaban enfermos, y no podían celebrar la navidad. La niña tenía que cuidarlos todos los días.

Ella iba todos los días a la plaza donde ponían mercadillos de navidad, pero sólo podía mirar porque no tenía dinero.

Unos días antes de navidad sus abuelos fallecieron y María, la niña de 7 años, se sentía sola, ella no tenía dinero para mantener la casa, comer… Se convirtió en una vagabunda. El 24 de diciembre la niña fue a mirar por las ventanas de las casas cómo la gente disfrutaba de esa noche con sus familias.

María, muy triste, se fue a llorar a un parque donde se encontró a otro vagabundo y María le preguntó qué era la navidad. Él le dijo que la navidad era una fiesta que se celebraba con la familia, amigos…y cenaban todos juntos y después se regalaban cosas y que a la mañana siguiente se levantaban temprano e iban a ayudar a personas necesitadas.

La niña se fue a dormir a un banco de la plaza y por la mañana pusieron un mercadillo y la despertó una niña de 4 años. Esta niña le preguntó a su madre si le podían comprar algo para comer y le compraron turrón, y se lo comieron juntas en un banco.

María se hizo como de la familia ya que iba todos los días a su casa a merendar y después se ponía a jugar con la niña pequeña enfrente de la chimenea.

Tras unos años haciendo eso, la niña de 4 años ya era como una hermana para María y la mujer que le compró el turrón ya era como su madre. Después de unos meses hablando de adoptar a María, la terminaron adoptando.

María entendió que la navidad era lo que le contó el vagabundo: felicidad y estar todos reunidos en familia ayudando a gente necesitada.

-Tuvo suerte esa niña- comentó la pequeña, muy contenta-. Tengo una idea, Santa. ¿Pedimos a otra gente que nos cuente cuentos, como aquella señora de los gatos? Creo que se te están acabando las ideas, y te pido perdón, porque de verdad lo estoy pasando muy bien escuchándote. Quiero saber qué dice la gente que pasea. Pregunta a esas chicas que pasan por ahí, por favor.

Papá Noel sonrió y , levantando la voz, dijo:

-¡Feliz Navidad, chicas! Tenéis cara de ser muy listas. ¿Queréis contar a mi amiga un cuento de Navidad?

-¡Sí, sí, contadnos cuentos!

Una de las chicas, que se llamaba Eloísa, no lo pensó dos veces y empezó su relato.

-Había una vez una familia muy pobre que solo tenía dinero para alimentarse y para vestirse.

Llegó el día de navidad. Toda la familia estaba sentada en la mesa comiendo latas de atún y yogur, ya que no se permitían otras cosas.De repente la niña pequeña, Lili, empezó a llorar; sus padres y su hermana mayor le preguntaron qué le pasaba y Lili les respondió que todos sus amigos en navidad comían comidas más lujosas como jamón, gambas, queso... y que recibían muchos regalos. En cambio ella no tenía nada de eso. Su familia le dijo que no estuviera triste, que lo mas importante de la navidad es estar en familia, no tener regalos y buena comida. Lili no logro entenderlo y se fue corriendo a su pequeño cuarto a llorar .

Mientras lloraba, ocurrió el milagro de la navidad: ¡Santa Claus llegó a la habitación de Lili! Ella al verlo se sorprendió porque no sabía que realmente existía. Santa Claus le dijo que se montara en su trineo y le llevó a varias casas: en la primera estaba un niño y su madre solos, llorando porque todos sus familiares habían muerto; en la segunda estaba una anciana sola; y por último timo le enseñó a un vagabundo durmiendo en un banco de un parque. Después de esto volvieron a casa de Lili y Santa Claus desapareció. A Lili le cambió totalmente su pensamiento y se dio cuenta que lo mejor de la navidad es estar en familia.

-¡Es increíble!-la niña pequeña no salía de su asombro-. Has contado una historia casi igual que la que me contó Santa antes. Sólo que estos comen atún y yogur. Yo cogería las galletas del otro cuento y el atún de este. Y tu amiga, ¿me contará algo?

-Lucía, anímate y cuenta un cuento –dijo Eloísa a la chica de largo cabello negro que la acompañaba. Esta asintió y comenzó enseguida.

-Érase una vez un pueblo muy pequeño, donde vivía una familia pobre, formada por cuatro miembros, los padres, y los hijos, Carla y Pablo.

Carla era una niña de 12 años, de ojos marrones, pelo castaño oscuro y nariz puntiaguda. Llevaba puesta una sudadera vieja, unos vaqueros rotos y unos zapatos pequeños y gastados.

Un día, la madre revisando la lotería, se dio cuenta de que le había tocado y se puso muy contenta. Carla, Pablo y su padre, sin saber nada, fueron a preguntarle y la madre se lo explicó.

Entonces, cada uno empezó a soñar con lo que más le gustaría tener.

La madre dijo que le gustaría tener una casa más grande, ya que la suya era bastante pequeña. El padre dijo que le gustaría tener un coche, ya que tenía que ir todos lados en bicicleta. Pablo, el hermano dijo que le gustaría tener ropa nueva. Pero Carla, pensando, les dijo que para ella la Navidad era más que unos regalos, era una época del año para estar unidos y pasarlo bien. Entonces, propuso hacer una gran cena de Navidad invitando a personas que no tuvieran para comer o estuvieran solos.

Así, hicieron que esa Navidad fuera inolvidable para muchas personas, y también para ellos.

-Oh, sería estupendo que la gente fuera así de generosa. Lo normal es que todo el mundo piense en sí mismo. Gracias por tu historia. Pero como casi todos los cuentos que he escuchado, habla siempre de dinero, de ricos y de pobres. Tengo ganas de escuchar algo un poco distinto.

-Eso no es así -le respondió Eloísa. Mira, voy a esa tienda a traer a mi amigo, que está dentro, para que te cuente su historia. ¿Quieres? Será una historia real, no inventada, te contará su historia de Navidad. Espérame.

Regresó acompañada de un joven alto y sonriente.

-Hola, soy Joaquín. Me dice mi amiga que os cuente mi historia. Yo encantado; me dicen que siempre ando contándole mi vida a la gente. Si encima me lo piden, mejor que mejor.

Yo soy un chico español que he venido a pasar las navidades a Inglaterra, ya que mis padres viven aquí.

Hoy es 24 de diciembre, son las 7 de la tarde y, para qué mentir, estoy agotado, y se me a hecho imposible llegar antes, aparte de que es una ciudad nueva, el viaje ha sido desastroso.

Todo empezó el 21 de diciembre por la tarde, estaba preparando las cosas cuando me di cuenta que los papeles para el viaje no estaban en regla, tuve que ir corriendo a la agencia pero... ¡estaba cerrada! Recorrí todo el pueblo en busca de otra agencia...cuando llegué a mi casa eran las 22:00 de la noche y todavía tenía que prepararlo todo.

En fin, cuando terminé eran las 02:00 de la mañana y mi vuelo salía a las 04:00. Me puse a leer un poco procurando no quedarme dormido pero... no puede ser... ¡me dormí! Cogí todas las cosas y salí corriendo, cogí un taxi y me dirigí al aeropuerto, aunque no pensé que hubiera tanto tráfico, pero bueno, por suerte llegué a tiempo.
En el avión intente quedarme dormido pero también fue imposible porque pillamos una tormenta por el camino.

Cuando llegué me percaté de una cosa que no había pensado: ¡el cambio horario! Cuando tenía que llegar el 22 por la tarde llegué ¡el 23 por la mañana! Tan solo me quedaba un día para llegar a la casa de mis padres... en fin, fue por culpa de mi torpeza.

Cogí un taxi para que me llevara al pueblo de mis padres, llegamos en 3 horas por problemas en el camino, atasco, gasolina, etc.

Cuando llegue me quedé en un hotel para comer y descansar pero... ¡por dios! ¿No podía haber sido en otro hotel? La comida era horrorosa y las habitaciones igual.

Salí de allí sobre las 10:00 de la mañana, todavía me queda coger u taxi y una hora andando para llegar hasta la casa, y estoy agotado además de hambriento debido a las condiciones de aquel “hotel”, si se le puede llamar así, pero... ¿sabéis?... ¡no me importa! No me importa pasar por todo esto para poder estar junto a los que quiero, ya que cada uno tiene que pasar por dificultades para poder pasar la navidad como quiere, y bueno,... en teoría creo que eso es la navidad ¿no? Poder pasar unas fechas importante como se quiere y con quien se quiere y si para eso hace falta tener dificultades, poder afrontarles con la cabeza alta, y bueno,... yo tengo que seguir mi camino para poder estar con mi familia, así que ¡adiós y feliz Navidad!

-¡Adiós, Joaquín! ¡Eres muy simpático! Pero creo que te has liado con las horas. ¡Corre, que te esperan! Tienes suerte... Oye, Santa, me gusta mucho esto de preguntar a la gente. ¿Qué nos contará esa mujer que está fumando un cigarrillo apoyada a la pared? ¡Vamos a pedirle un cuento! La gente da mucho más fácilmente los cuentos que el dinero, ¿verdad?

-Anda, pequeña, esa mujer es conocida mía. Trabaja en el centro comercial y es buena gente. Vamos, y de paso merendamos los tres en esa cafetería, ¿te parece?

Ambos se acercaron a la mujer, que parecía muy cansada. Escuchó su propuesta y sonrió.

-Sólo tengo diez minutos de descanso. Pero si me invitas a un café y una ensaimada, os cuento lo que me pidáis. A ver qué me invento...

Francisco Manuel, un hombre de negocios, dueño de varias fincas,casas, etc, era un hombre esbelto, fino, amable, educado... Estaba casado con Tea, una mujer bondadosa,servicial y agradable. Juntos tenían dos hijas gemelas llamadas Amparo y Sandra, que eran dos niñas muy educadas, alegres, divertidas y un poco traviesas.

Vivían en una gran casa con jardines, piscinas y con todos los lujos posibles; eran una familia feliz, sin preocupaciones y con una vida fácil y resuelta. Estaba a punto de llegar su época favorita del año: ¡la navidad! La familia, aprovechando que tenía que decorar su casa, fue a comprar un árbol y algunos adornos, llegaron a la tienda y cuando iban a entrar dentro, justo en la puerta vieron una niña sola con una cara muy triste. Amparo y Sandra decidieron acercarse y hablar con ella. Hablaron durante un momento y la niña les dijo que ella no tenía familia, estaba siempre sola, comía de lo que le daban y esta época sobre todo para ella era muy triste...

La familia decidió invitar a la niña a su casa para cenar en nochebuena y en navidad. Sin pensarlo un segundo la pequeña dijo que sí, que estaría muy feliz cenando con ellos. Ahora sí, ya todos juntos entraron a la tienda, compraron un árbol, adornos,regalos y luces. En ese momento Laura sintió un sentimiento raro, que nunca había sentido, una sensación de que no estaba sola, que tenía a su lado una familia. Era un sentimiento raro, pero a Laura le encantó. Todos juntos fueron a casa de la familia. Cuando llegaron las dos gemelas, que estaban tan ilusionadas con su nueva amiga, le enseñaron a Laura la habitación donde iba a dormir, todos se dieron una ducha, decoraron la casa con todo lo que habían comprado, después de eso cenaron y se fueron a dormir.

A día siguiente ya era Nochebuena, prepararon la cena, hicieron galletas... se lo pasaron fenomenal todos juntos. Llegó la hora y cenaron, se respiraba paz y calidez, y a Laura se le saltaron las lágrimas, y explicó a la familia cómo habían sido sus navidades hasta entonces; dijo que la anterior la había pasado en un albergue con personas sin hogar como ella, donde tenían una sola lata de sopa para todos, pero, aunque eran pobres se tenían los unos a los otros, y aunque no eran una familia de verdad compartían como si lo fueran. Recordaba que otra navidad la pasó sola asomándose a las ventanas de las casas viendo a todas las familias felices cenando y ella nunca creyó que fuera a tener esa sensación de cenar con una familia unida, una familia de verdad, y que ese sueño que tenía se había hecho realidad gracias a ellos. La familia estaba muy emocionada, y a esas alturas Laura ya era una más de la familia.

Los padres decidieron adoptar a Laura para que a todos juntos fueran felices. Laura ya había entendido el significado de la navidad, esa época en la que la gente se volvía mas humilde,la época en la que las familias se volvían a juntar, donde el amor es lo principal ante todo, la época en la que se perdonan las cosas y el pasado y los malos momentos quedan atrás. Sobre todo entendió que el mundo estaba lleno de buenas y malas personas, pero que ella siempre tendría que estar agradecida por la nueva familia que tenía, por que unas personas tan buenas aparecieran en su vida cambiándola totalmente, y es que conoces a mil personas pero solo algunas te marcan, que la vida da muchas vueltas y tiene muchos baches pero de todo se sale y de todo se aprende, y también le hizo darse cuenta de que nunca hay que darse por vencido por que lo mejor esta por venir... y... ¡simplemente feliz navidad!

-Gracias, señora. Me ha contado muy bien el cuento, aunque creo que me ha gustado más por la leche y este bollo tan rico. Estoy comiendo las miguitas, no quiero que se acabe. Pero ese cuento me suena... ¡Es el que cuentan todos! Tengo ganas de encontrar a alguien con más fantasía.

-Muy fácil –dijo la señora-. Pregunta al primer friki que salga de esa tienda de videojuegos. Seguro que te cuenta alguna cosa que te guste más.

-Buena idea –opinó Santa Claus-. Al primero que salga le preguntamos.

Salió un chaval rubio con gorro y mochila.

-¡Hola, amigo! –le asaltó Santa Claus-. Estamos aquí poco inspirados con nuestros relatos navideños. Tú tienes pinta de imaginativo. Cuéntanos un cuento de Navidad que no sea el típico de huérfanos adoptados por familias de buen corazón.

-Podría contarte una docena. –respondió el chico-. Íbais a flipar. Pero no tengo tiempo. Tengo que llegar a casa enseguida. Bueno, va, una cortita.

Todo empezó un 24 de diciembre un poco especial, era mi primera navidad en un lugar distinto. Me vine a Boston por temas académicos.

No entendía muy bien el inglés americano, estaba acostumbrado al británico, lo cual fue una pequeña dificultad.

Esa tarde estaba yo paseando por el Franklin Park Zoo, solo, sin nadie con quien compartir estas fiestas. Mis padres estaban al otro lado del charco, más concretamente en la capital española, Madrid, una ciudad que enamora a cualquier persona a lo largo y ancho del mundo. Mis padres insistieron en que no me fuese, pero no les hice caso. Me arrepiento, y mucho, pero lo hecho, hecho está y no se puede volver al pasado para alterar el continuo espacio-tiempo, obviamente.

De repente se abrió un portal delante de mis narices. De allí salieron un vejestorio borracho acompañado de su infantil nieto. Se fueron rápidamente y dejaron el portal abierto. Me picó el gusanillo de la curiosidad y entré en el portal. Dio la casualidad de que daba a mi ciudad, Madrid, justo antes de yo coger vuelo que me llevaría al desolador Boston. Impedí el vuelo causando un pequeño desastre (básicamente rompí los billetes). Luego volví al futuro por aquel portal verdoso y de pronto me encontré en plena cena de nochebuena en Madrid con mis familiares.

-Muy original, desde luego –le dijo la niña-. Gracias por compartir tu tiempo con nosotros. Santa, ¿a quién preguntarás ahora?

-Ejem... Ya va siendo hora que de que te atrevas a preguntarles tú. Escoge a alguien cuyo aspecto te guste.

-Me cae bien ese ancianito que lleva un rato en ese banco de allí.

-¡Ah, sí! –exclamó Papá Noel. Has hecho una buena elección. Es el señor Asher, un buen hombre. Siempre está ahí sentado en su banco, con su pipa, entregado a sus recuerdos. Acércate y pregúntale. Seguro que te cuenta algo. A los señores mayores les gusta mucho hablar y que les escuchen.

Ella se acercó, con cierta timidez.

-Disculpe, ¿podría hacerle una pregunta? –le dijo la pequeña niña en un tono dulce y delicado.

-Sí, por supuesto. ¿En qué puedo ayudarte pequeña? – respondió en señor Asher.

-¿Qué es para usted la Navidad? – dijo la niña.

-Sabes, es una gran pregunta. Personalmente no me gusta la Navidad, ya que me parece que todo el mundo intenta busca su propio bienestar y se olvida de los demás, las personas se olvidan de que hay miles y miles de niños en orfanatos donde no reciben ni un mísero regalo ni una simple visita de algún ser querido teniendo que pasar todos estos días solos. Se olvidan de las personas sin hogar que tienen que estar pidiendo limosna, yendo a comer a los comedores sociales, y si es un día en el cual tienen suerte duermen en albergues donde durante la noche estar a salvo y protegidos del frío y de la humedad del ambiente. Se olvidan de todas aquellas personas que están en asilos, cárceles u hospitales pasando los días y noches solos y alejados de sus familias y seres queridos.

En la sociedad actual las personas olvidan y dejan de lado todo el dolor, sufrimiento y tristeza que hay tras las cuatro paredes de su casa. Tan solo piensan en comprarse la prenda más bonita, cara y exclusiva que haya en el centro comercial para poder colgar una foto en su red social y que opinen bien sobre su look, o simplemente buscan conseguir el regalo más original posible, que al fin y al cabo no deja de ser un regalo materialista que no tiene ningún valor personal.

Hoy en día, las navidades se han convertido en una época donde cada quien intenta quedar por encima de los otros actuando y fingiendo ser la persona que realmente no es. En la actualidad lo más importante para las personas es poder lucir una casa bien decorada, poder lucir buena ropa y poder permitirse comprar regalos caros sin valor alguno, dejando de lado el verdadero espíritu navideño, el cual consiste en buscar el bienestar de las otras personas, en poder hacer todo de la manera más humilde posible pero siempre acompañados de la familia y de los seres queridos, en disfrutar de la compañía que nos podemos hacer los unos a los otros, dándonos las gracias por este año que dejamos atrás, dando las gracias por todas las buenas y malas experiencias vividas y empezando una nueva etapa todos juntos y unidos, como familia que somos.

Así que, pequeña, no te preocupes por no tener el mejor árbol, la mejor ropa o el mejor regalo, disfruta de tu familia y alégrate porque podéis estar todos juntos.

- Gracias, muchas gracias, señor Asher por abrirme los ojos y por permitirme ver más allá de las cosas malas, por las que he tenido que pasar durante este tiempo. – le agradeció la pequeña mientas soltaba alguna que otra lagrima de emoción.

-No hay de que, yo sé que tú eres diferente pequeña, seguro que todo te irá bien –le comentó el señor Asher.

La niña, inspirada por todos los cuentos que le habían contado, fue corriendo a su pequeña casa, donde sus padres le dijeron con una hermosa sonrisa qué tal le había ido el día. Ella respondió que había descubierto buenas personas, que le habían contado muy buenos cuentos y quería inmortalizarlos para animarse en sus días más tristes, así que fue muy lanzada a por un papel muy viejo y un lápiz muy pequeño y desgastado y escribió una historia, la cual no es ni más ni menos que esta. Un joven muchacho, encargado de una librería muy importante en Inglaterra, le dijo que tenía mucho potencial y a día de hoy esa niña está escribiendo en un famoso club de lectores satisfaciendo a miles de niños y niñas que antes eran como ella.

AUTORES

Alba Leo Rueda
Yassin Al-Haffar Bouzid
Carmen Leal Palomino
Lucía López Pérez
Vera Barea Páez
Eloísa Valle Gómez
Lucía Tejero
Cristina Popescu
Samuel Llorente Vela
Estela del Carmen Ortiz Román
Paco Lozano González

Esta historia terminó de escribirse el 21 de diciembre de 2017.







Colección de relatos con marco

A semejanza de las colecciones de cuentos medievales, que recopilan relatos muy diversos usando un marco a modo hilo argumental que les da unidad, realizaremos un trabajo de redacción en que cooperará toda la clase. Consistirá en lo siguiente.

-Los alumnos expondrán sus ideas para posibles marcos, teniendo en cuenta que estos pueden condicionar las características narrativas los cuentos que más adelante escribirán. Después, votarán la idea que más les guste, y la persona cuya idea haya sido elegida redactará un marco.

-A partir de las características de ese marco, se establecerán las orientaciones para que cada una escriba su propio relato. Se pueden repartir temas para evitar que se repitan.

-Se enviarán por correo electrónico y, una vez corregidos, en la pantalla, en clase, o individualmente, se irán engarzando en común y añadiendo los marcos necesarios a cada una de las historias.


jueves, 21 de diciembre de 2017

Organización de las ideas. El folleto tríptico.

La actividad consiste en:

-Recoger o recopilar información sobre un tema concreto.
-Organizar esta información en apartados y jerarquizar sus ideas a través de su disposición en el tríptico.
-Diseñar un folleto tríptico con una presentación adecuada que presente las ideas de forma clara y eficaz.
-Aprender las herramientas necesarias para hacerlo en el ordenador.

 

domingo, 5 de noviembre de 2017

Descripción usando los cinco sentidos

Percibimos la realidad a través de nuestros sentidos (vista, oído, olfato, gusto y tacto), por tanto, el modo más lógico de describir el entorno físico que nos rodea (un paisaje, un lugar, una casa, etcétera) consiste en enumerar aquello que percibimos mediante los cinco sentidos. Así, cuando narramos algo que es ficticio, el uso de los cinco sentidos da veracidad a lo que se relata. No basta con decir meramente que una casa es bonita, sino describirla utilizando imágenes, coloridos, aromas y sensaciones en las que se haga participar a los cinco sentidos.
Vamos a leer ahora los consejos de Diana P. Morales para usar distintos sentidos en nuestras descripciones:
"Este es uno de los toques maestros que pueden dar un salto cualitativo a vuestra escritura. Realmente es algo muy sencillo, una vez se tiene en cuenta, pero la mayoría de la gente que escribe ni siquiera se detiene a pensar en ello.
Veo constantemente en los relatos y novelas de mis alumnos en los talleres textos bien redactados, incluso con personalidad, que olvidan que la naturaleza nos ha dotado de cinco sentidos para percibir la vida… y, por tanto, no los usan en sus escritos.
¿A qué me refiero exactamente?
Vamos a ver un ejemplo:
Cuando Enrique y yo llegamos a la playa el mar apareció ante nosotros: sereno pero salvaje, con grandes olas alegres que rompían en la arena una y otra vez, en una melodía de ritmo ancestral e hipnótico. A lo lejos, unos chicos jugaban con un balón y gritaban “pásamela, aquí”
Hemos llegado-me dijo Enrique
Aquí estamos-confirmé. Y sonreí“.
¿Qué tal? ¿Habéis podido imaginar bien la escena? ¿La habéis visto en vuestra cabeza como si fuera una película? Seguro que sí. El texto tiene bastantes imágenes y sonidos, gracias a los cuales vemos y oímos lo que pasa en la historia. Tenemos lo básico para entender la trama y disfrutarla.
Pero… a veces lo básico puede quedarse un poco corto.
¿Cómo podría mejorarse este texto? Bien, para describir lo que ocurre, si os fijáis, sólo hemos usado dos de los cinco sentidos que tenemos -y que son los que utilizan sin cesar todos los escritores que empiezan:
  • La vistaHemos visto el mar, las olas rompiendo, los chicos jugando con el balón y a la protagonista sonriendo…
  • El oído: Hemos oído el rumor rítmico de las olas, los chicos gritando “pásamela” y los personajes que hablaban el uno con el otro.
Pero, recordad, ¡tenemos cinco sentidos! Y todos, sin excepción, se pueden usar en narrativa, haciéndola más rica, más precisa, más emocionante.
¿Cuáles son los tres sentidos que suelen faltar en la mayoría de los textos de los escritores/as que empiezan?
  • El olfato: aunque no lo parezca, los olores son extremadamente importantes en nuestras vidas. Nos avisan de la presencia de personas, animales o máquinas (el humo de los coches), nos hacen disfrutar plenamentede alimentos, paisajes o personas (el olor de la lluvia, los árboles o las flores; el perfume de una persona o su olor personal e inconfundible). E incluso nos puede salvar la vida, avisándonos de un escape de gas o del mal estado de un alimento. Y, por otro lado, nada como un olor para retrotraernos a momentos y recuerdos del pasado.
  • El gusto: no es tan esencial para nuestra vida, pero igualmente la enriquece y podría también enriquecer nuestros textos, en especial en los momentos en quedescribimos comida y también las escenas íntimas. Por no hablar de otros momentos: ningún lector de Agatha Christie olvidará que el arsénico tiene sabor a almendras amargas.
  • El tacto y las sensaciones táctiles : son los grandes olvidados entre los sentidos a la hora de escribir, pero absolutamente necesarios para la vida -y para la literatura. A través de la piel percibimos muchísimas cosas: la tersura, suavidad o rugosidad de las cosas (una tela, el tronco de un árbol, otra piel), el frío y el calor, el viento, la lluvia y otros elementos… ¿Cómo podemos olvidar todo esto a la hora de escribir, para disfrutar plenamente nuestra historia?
Así, en el texto de antes de la pareja que llega a la playa, podríamos añadir el olor fuerte del océano y las algas, el sabor salado del aire, el calor picante del sol y el viento húmedo, haciendo chocar arena fina contra la piel.
¡Ojo! No se trata de introducir elementos de estos tres sentidos en todo momento ni a lo largo de todo el texto: cada escritor/a tiene su propio estilo. Los hay que son muy escuetos a la hora de dar datos y detalles de ambientación de la historia, y otros/as se extienden durante párrafos.
Mi intención con este post es, simplemente, recordaros que existen para que podáis utilizarlos en la medida en que encajen dentro de vuestro estilo. Si no sois de descripciones largas, introducir uno o dos elementos de estos tres sentidos cada folio de vuestra narración ya estará estupendo y servirá para darle ese broche de oro que haga que vuestro texto brille".
Ejemplos de descripciones que utilizan varios sentidos:
"Las aguas que le rodeaban se iban hinchando en amplios círculos; luego se levantaron raudas, como si se deslizaran de una montaña de hielo sumergida que emergiera rápidamente a la superficie. Se intuía un rumor sordo, un zumbido subterráneo… Todos contuvieron el aliento al surgir oblicuamente de las aguas una mole enorme, que llevaba encima cabos enmarañados, arpones y lanzas. Se elevó un instante en la atmósfera irisada, como envuelta en una grasa de finísima textura, y volvió a sumergirse en el océano. Las aguas, lanzadas a treinta pies de altura, fulgieron como enjambres de surtidores, para caer luego en una vorágine que circuía el cuerpo marmóreo de la ballena."


(Moby Dick, 1851, de Hermann Melville).

¡Recordaba al viejo con tanta claridad! Me pregunté si su raído fantasma rondaría siempre por aquellos lóbregos cuartos, silbando al loro verde y recitando: "Taisez vous, petit babouin". Cuando doblamos a la izquierda y entramos en el hormiguero de la ciudad árabe, en sus calles sofocantes por el humo de las hogueras de escoria, el potente y especiado olor a carne asada, a pan recién horneado en las panaderías, sentí en mi brazo la presión de la mano de Clea."

(Lawrence Durrell)

Enlace a vocabulario para la descripción de los cinco sentidos.

Y recuerda: no seas pobre adjetivando; tampoco excesivo. Busca el adjetivo más caracterizador, el más preciso, el más certero.

jueves, 5 de octubre de 2017

Más prácticas de estilo directo / indirecto.

Lee los textos y pásalos a estilo indirecto o directo, según convenga:

En aquel momento, Juana señaló al suelo: allí había una gran cesta, con tapadera, de las que usan los campesinos para guardar el pan.

Mira —dijo—. Alguien dejó esto. Seguramente será un presente para la señorita Manuelita. ¡Ya sabes cuánta gente la quiere!

Juana levantó la cesta. Pesaba bastante, y supuso que contendría miel, harina, huevos y cosas así.

Pues este —dijo Jericó, rascándose la nuca— es un verdadero agradecido, que ni siquiera se da a conocer.

Juana entró en el comedor con la cesta.

—Han traído esto para ustedes —dijo. Las tres hermanas levantaron rápidamente la cabeza del

plato. Eran las tres muy distintas, pero tenían algo en común: el buen apetito y la curiosidad.

¡A ver, a ver!

¡Destápala!


¿Qué será?


Juana acercó la cesta a la señorita Manuelita, que, aun
que la menor, era la de más autoridad. La señorita Etelvina se puso las gafas, la señorita Leocadia pasó disimuladamente la lengua por sus labios, imaginando alguna tarta o confitura, y la señorita Manuelita sonrió, levantó la tapadera de la cesta y:

¿Qué?
—¡Ay!
¿Qué significa esto?


Por poco Juana deja caer la cesta. Dentro había (...)


Ana María Matute: "El polizón del Ulises"


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Dile que (canción de Enrique Iglesias)

Respondamos a Enrique Iglesias que sea valiente de una vez y que, en lugar de pedirnos a nosotros que hablemos con su ex-novia, vaya él a decírselo directamente. Redacta en estilo directo el diálogo entre ellos. Tú decides cómo responde ella y cómo acaba la historia.


One, two.
Dile que yo no puedo esperar,
que nada a mí ha vuelto a su lugar,
dile que perdí la libertad,
desde que a mi lado ya no está,
que no tengo miedo a decirle que la quiero,
dile que no la puedo olvidar.
Dile que me siento mal, 
que sin su amor no puedo más 
y que no hay tiempo 
de andar fingiendo, 
dile que me va a matar.
¡Uo oooh! ¡Uo oooh!

Dile que la quiero.
Dile que la vida nos unió, 
que cada día vivo por los dos. 
Ay, dile que no dejo de buscar 
el suave aliento de su respirar.
Y que...

domingo, 1 de octubre de 2017

Estilo directo/ indirecto: actividad de repaso.

Nos encontramos entre los libros de El Corte Inglés. Tú con la mochila y la raqueta al hombro. Yo con dos libros de Álvaro Cunqueiro y Rosalía de Castro recién comprados. Te gustó mi elección literaria y a mí me gustó verte. Y me hubiera encantado tomar una coca-cola y pasar media tarde charlando contigo, los dos riendo por mi forma espantosa de chapurrear gallego con acento catalán. Pero sucedió algo imprevisto: me preguntaste si quería salir esa noche. Era mucho más de lo que yo esperaba. Tus sentimientos se pintaban en el rubor que te encendía la cara y en la sonrisa que se escapaba de tus labios. Sin embargo, te respondí que no y te expliqué que cenaba en casa de una familia catalana. No era una excusa, era una obligación imposible de eludir. Tú insististe con cara de súplica, con esa mirada de niño triste y conformista que pones a veces. Y yo tuve en aquel momento la sensación extrañísima de que llevaba esperándote un montón de años.

(José Ramón Ayllón: Diario de Paula)

ACTIVIDADES

1. ¿En qué persona está escrito el texto? ¿Por qué?

2. ¿Está en estilo directo o indirecto? Justifícalo.

3. Conviértete en un narrador omnisciente en tercera persona y modifica el texto en consecuencia. Transcribe sus diálogos de la forma contraria a la del texto original. Recuerda usar apropiadamente párrafos, guiones y mayúsculas y escoger verbos variados para introducir los diálogos. Puedes añadir elementos creadores de expresividad para que el diálogo sea más verosímil.

Narración con diálogos en estilo indirecto

Cuando el narrador usa el estilo indirecto para transcribir los diálogos, simplemente NARRA lo que los personajes piensan o dicen. Lo hace utilizando la conjunción subordinada "QUE". El narrador puede seleccionar la información que desea contar, y suprime los elementos expresivos de los diálogos sustituyéndolos por su propia interpretación de estos. Usaremos como ejemplo el texto de Groucho que acabamos de leer. En estilo indirecto sus diálogos podrían transcribir así:
Aquel muchacho bruto y grandullón, notando un bulto que Groucho tenía en la mejilla, le pidió que le diera un caramelo, a lo que este le contestó que lo sentía, que no le quedaba ninguno. El chico le respondió que era un mentiroso. Groucho prefirió ignorar su insulto, pues aquel muchacho era muy corpulento, y le permitió que lo registrara para comprobar que no tenía.
VUESTRO TEXTO
Tomad la narración de una anécdota de la infancia escrita por vuestro compañero de mesa y narradla vosotros en estilo indirecto. Sentíos libres de escoger vuestras palabras propias; en el estilo indirecto el narrador se apropia del discurso; también del de los personajes. Sin embargo, lo esencial no se debe cambiar; debe respetarse el contenido escrupulosamente, para lo cual hay que escoger las palabras con precisión.

Colección de relatos con marco de 2ºG

Historia de Navidad Una colección de relatos navideños con marco realizada por los alumnos de Segundo de ESO- G del Instituto Jacaran...